- Juan Antonio, mira a tu alrededor, y atiende: Esto es una mierda: Ambulancias que se caen a pedazos; voluntarios que no son sino usuarios, servicios de emergencia que son realmente teletaxis de lujo, subvenciones a fondo perdido, chanchullos y apaños por doquier
- Joder, pues tú llevas más de cuarenta años aquí. ¿Cómo es que no te has ido?
- Aprende: la gente viene y se va; pero Cruz Roja sigue. Unas veces hay más medios, otras menos; pero Cruz Roja sigue. Se descubrirán escándalos, e incluso se enjuiciará a nuestros directivos; pero Cruz Roja seguirá mientras haya gente que crea sinceramente en sus principios fundacionales y esté dispuesta a trabajar por ellos.
Recuerda: Tú no eres Voluntario de Cruz Roja para ayudar a los demás o para salvar vidas. Tú eres Voluntario de Cruz Roja porque crees en unos ideales y estás dispuesto a poner tu vida en ellos.
Y el día que los olvides; en el momento en que los complejos o los miedos, el buscar amistades o pareja, o simplemente callar tu conciencia o parecer más o menos "guay" ante los demás sean tus objetivos como voluntario... ese día dejarás de serlo. Posiblemente aguantes un año o dos, pero finalmente te irás, porque ya no tendrás ninguna razón real para estar aquí.
Y tenía toda la razón. Cada vez que he perdido el norte, cuando me he dejado llevar y convencer por la "estrella" de turno, en el momento en que dejo de guiarme por mis ideales, para rendirme a mis "necesidades", viene la realidad y se lía conmigo a palos, a veces en sentido figurado, y otras de una manera dolorosamente real... y me encuentro tirado en la calle teniendo que recomenzar
Sólo lamento las oportunidades perdidas, las amistades que dejé pasar e incluso desdeñé por no ser fiel a mí mismo... y lamento tambien ver cómo gente muy cercana no ha querido ver mi historia y está tristemente condenada a repetirla
En fin: la vida sigue. Y no seré yo quien se baje de mi propio tren. Ya no.