martes, junio 11, 2013

Cansado.

Muchos de los que me siguen por aquí, saben la cantidad de fregados tecnológicos en que he estado metido: que si Linux y Software libre, que si voto electrónico, que si DNI digital y tal, que si...

Hoy ha llegado el momento de decirlo alto y claro: estoy harto y cansado

- Estoy aburrido de ver tanto software mal escrito y peor mantenido. Estoy cansado de tanto "tienes el código fuente; arreglalo tú mismo"

- Estoy cansado de la falta de colaboración. Mientras el mundo entero canta las glorias de la solidaridad y de los voluntarios del software, a la hora de la verdad, soy yo el que acaba escribiendo el código por la noche

- Estoy harto de trabajar en el software libre sin recibir retribución por ello, salvo invitaciones a charlas en las que tengo que pagar hasta el último céntimo. Estoy harto de que la respuesta a mi esfuerzo sea simplemente una palmada en la espalda, un "qué monstruo eres"... y miles de correos electrónicos con consultas acerca de programas que escribí hace años y que ni siquiera recuerdo

- Estoy asqueado de tanta política del "molaware", de tanto anuncio a bombo y platillo de lo que no son sino chapuzas tecnológicas que no se sostienen en el mundo real, pero que quedan muy bonitas en los periódicos

- Estoy cabreado con tanta empresa que se ha forrado con el software libre sin haber hecho apenas más que una mala traducción. Y más cabreado aún con el político de turno que ha contratado y pagado ese "trabajo" (comisión incluída -faltaría más-)

- Estoy decepcionado de ver cómo el Software libre se asocia con determinadas ideologías políticas contrarias a las de sus "padres fundadores". El software libre habla de LIBERTAD.

- Estoy horrorizado al ver cómo a los políticos se les llena la boca de Transparencia y "Sistemas Abiertos" mientras se llenan los bolsillos con MI dinero -y mi trabajo- haciendo justamente lo contrario

Estoy, en fin, desilusionado con el monstruo que he contribuido a crear. Arrepentido no; al fin y al cabo lo he hecho porque quería; pero tal vez en su momento debería haber sido un poco más realista y no haberme dejado llevar por sueños de fama, fortuna y gloria

En resumen, y por si no queda claro: salvo que no esté directamente relacionado con mi trabajo o tenga para mí un interés personal y directo, de ahora en adelante no tengo la menor intención de continuar -mucho menos de emprender- ninguna actividad relacionada con este mundillo

Llega una edad en que uno se da cuenta de que las prioridades están en la familia y los amigos. Y a los demás que les den.