- Del mismo modo que el interés de usted le impide ver que puede estar equivocado.. Jovencito, mis atribuciones, sobre el papel son enormes, pero solo puedo lograr algo cuando el público me lo permite. Déjeme darle una lección de política práctica
Miró su reloj, se apoyó en el respaldo y sonrió. Su ofrecimiento no era característico en él, pero el editorial de aquella mañana el el Terrestrial Post se refería a él como "un político consumado, el más hábil del Congreso Internacional", y aún persistía la satisfacción que le había proporcionado
- Es un error -dijo- suponer que el público quiere que se proteja el medio ambiente y se salven sus vidas, y que se sentirá agradecido hacia cualquier idealista que luche para conseguir estos fines. Lo que el público quiere es su comodidad individual. Lo sabemos muy bien por nuestra experiencia en la crisis ambiental del siglo XX. Hubo un día en que se descubrió que los cigarrilloa aumentaban la frecuencia de cáncer de pulmón; el remedio evidente era dejar de fumar, pero el remedio deseado fue un cigarrillo que no provocase dicha enfermedad. Cuando quedó demostrado que el motor de combustión interna polucionaba peligrosamente la atmósfera, el remedio evidente era prescindir de tales motores y el remedio deseado fue fabricar motores que no causaran la polución.
- Pues bien, jovencito, ahora no me pida que detengamos la Bomba. La economía y la comodidad de todo el planeta dependen de ella. Dígame en cambio, cómo evitar que la Bomba haga explotar el sol
Isaac Asimov. "Los propios dioses"
Confieso que me he leído la práctica totalidad de los libros de Ciencia Ficción de Asimov. Confieso asímismo que considero que la saga de la Fundación y su "retrócola" para enlazarla con la de los robots es todo un ejemplo de cómo estropear una historia. Las joyas de Asimov se encuentran en libros independientes, como "Némesis", o "El fin de la Eternidad", o éste mismo "Los propios dioses" que recomiendo encarecidamente
Comodidad y economía. Sin esos dos apartados resueltos, nadie salvo un masoquista se hará adalid del ecologismo. Si el ayuntamiento no me pone cubos amarillos, va a reciclar su padre. Si un coche "ecológico" cuesta tres veces más, lo va a comprar Rita "la cantaora". Si me sale más barato mantener una caldera convencional, se va a gastar su padre los mil y pico euros que cuesta una caldera estanca
Y no me vale eso de "a la larga sales ahorrando". Yo quiero, yo necesito el dinero ahora. Como decía Don Juan "Qué largo me lo fiáis"
La segunda derivada es la imposición del ecologismo por decreto. Desde la Ecotasa, hasta las restricciones en el tráfico. Las medidas impositivas no solo no convencen a la gente, sino que llegado el caso son contraproducentes. Y si encima el estado interviene en los precios...
Que pongan la gasolina, el gas, el agua, y la electricidad a su precio real. En dos meses toda España se vuelve ecologista sin necesidad de campaña de publicidad alguna.
Se trata de DINERO. Como no podía ser de otra forma
Claro, también están los ecolojetas... pero esa es otra historia que deberá tambien ser contada
No hay comentarios:
Publicar un comentario