martes, septiembre 30, 2008

No con mi dinero

Dedicado a la Humanidad. Y a la esperanza de que la guerra contra la insensatez pueda ganarse algún día, a pesar de todo.
Isaac Asimov. Dedicatoria del libro "Los Propios Dioses"


Estoy seguro de que más de uno de los congresistas que han votado "no" al plan Bush lo ha hecho pensando en que su butaca depende del resultado de las elecciones que se celebran dentro de cinco martes.... Y que los electores están hasta las narices de que su dinero financie los errores de otros.

Porque al fin y al cabo aquí hay demasiados culpables:

- El gobierno por haber dejado -cuando no inducido- que los bancos asumieran riesgos inasumibles
- A la Reserva Federal por garantizar con la manivela la liquidez
- A los bancos por hacer caso al gobierno
- A las entidades de crédito por haber comprado hipotecas sin valor y haberlas convertido en activos, dándoles un valor que no tenían
- A las aseguradoras que blindaban activos de dudoso valor
- A todo el sistema que ha cerrado los ojos ante la locura que se estaba produciendo
- A la "conciencia social" que ha permitido y potenciado que se diera crédito a quien no lo merecía

Tenemos pues el ejemplo más ilustrativo sobre cómo NO FUNCIONA el estado del bienestar. Un sistema orientado a dar premios y facilidades a quien no los merece o no puede responder de la ayuda, tarde o temprano tiene que caer.
Donde no hay, no dan, dice nuestro refranero. Es terriblemente simple, tremendamente sencillo.

Ahora viene el Tío Jorge, y les dice a los americanos que despues de 20 años diciendo a los bancos que ayuden a quien no deben, ahora les toca ayudar a los ricos con el dinero de todos.

Otra muestra más de intervencionismo progre, incluso aunque venga de los USA y de un presidente "republicano". (Aunque realmente la historia viene de varios presidentes atrás, pero bueno, vamos a dejarlo aquí) Primero intervenimos para distorsionar el mercado, y luego cuando la cosa se estropea por nuestra culpa, volvemos a intervenir para intentar arreglar el desaguisado.
Y siempre con el dinero de otros... Es que no falla, oiga. ¿Cúantas prebendas, ayudas encubiertas, cuantas subvenciones, contratos y fajos de billetes habrá costado convencer a los bancos para que concedieran alegremente préstamos a quien a todas luces no podía pagar?

Y claro, el americano dice NO CON MI DINERO. El americano de a pie, ha mandado cartas a sus congresistas, ha hecho manifestaciones, ha ejercido de ciudadano, y le ha recordado a su país quien manda


Y aunque sea simplemente por conservar la butaca, los congresistas han dicho NO.
Veremos cuánto dura. ¿cinco semanas?.

En fin. Sigue la lucha. Esto al fin y al cabo no ha hecho más que empezar

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