lunes, enero 19, 2009

Me duele una muela


Tengo una muela picada. Y duele. La caries perfora la corona, se hunde en la raíz y alcanza el nervio, desde donde el dolor irradia toda la boca. Nado en un mar de Gelocatil a la espera de la cita con el cruel y sanguinario odontólogo, que me sangrará física y económicamente hasta curar mi dolor.... hasta la próxima e ineludible visita.

Hace 10 días decidí que el dolor superaba lo admisible para mi perfil sadomaso, y decidí llamar a mi odontólogo de toda la vida. Me dió cita para .... !! 15 días despues !!
"Oiga, pero es que duele; ¿no me pueden citar un pelín antes?"
"No, la agenda está completa"
"¿y que puedo hacer?"
"Hombre, siempre puede venir de urgencia, pero no le garantizamos ni el precio ni la atención"


Y yo me digo, "joer, que esto es una clínica privada; ¿cómo es posible que la sanidad privada funcione igual de mal que la pública?"

Como en muchas otras ocasiones, en la charla de café encuentro respuestas para todos los gustos:
- ¿No estás por la sanidad privada?, pues ahora te j.des
- Siempre puedes ir a que te la saque el odontólogo de la SS (Solo de pensar en las connotaciones de estas siglas asociadas a un dentista se me hiela el miedo)
- Es que no entiendo por qué los empastes y endodoncias no están incluídos en la sanidad pública
- Pues a mí con el seguro médico XX me va de maravilla
- La culpa de tu dolor de muelas la tienen Bush y Aznar

Al final, surge la luz:
- Es que estamos empeñados en que la sanidad, la justicia, y la policía son servicios públicos, cuando realmente se trata de una profesión más como fontanero o albañil

Una profesión más. Con sus profesionales, con su oferta y su demanda, con sus tarifas, precios, y plazos de entrega. Una profesión más.

Cuando hablamos de la sanidad pública, no somos conscientes de lo embutido que está en nuestra sociedad el concepto del Estado del Bienestar. Pedimos, EXIGIMOS, y damos por hecho que algunos servicios tienen que ser gratuitos: policía, jueces, médicos, pensiones, paro. !Y encima pedimos que nos den un servicio de calidad!. Pero ¿qué aliciente puede tener un médico para atender a sus pacientes si sabe que haga lo que haga va a cobrar lo mismo? ¿Cómo impedir que cientos, miles de gorrones colapsen las urgencias y consultas pidiendo asistencia gratuita, que luego pagamos entre todos?, ¿Cómo mejorar la sanidad si el gobierno decide cuantos alumnos pueden iniciar estudios de medicina en cada comunidad autónoma, o peor aún, si establecemos barreras artificiales (-he oído aprender catalan/vasco/gallego-) para poder ejercer en una determinada región?

Luego nos quejamos de que los médicos que por la mañana atienden en el consultorio, por la tarde pasen consulta en la clínica privada. Pero la perversión del sistema de cupos y de paso obligatorio por la sanidad pública deriva en algo todavía peor: la inutilidad del sistema mixto o incluso del privado

Porque el seguro médico privado termina siendo un sistema público más: Yo no puedo contratar un seguro médico, porque automáticamente me excluyen precisamente aquellas especialidades que son las únicas que utilizo. Cada día más y más médicos rechazan en sus consultas privadas pacientes provenientes de sociedades médicas; porque estas sociedades aplican los mismos criterios que la sanidad pública: "a tanto por paciente y hora". Conclusión: cada día hay más médicos que atienden exclusivamente en clínicas privadas y no admiten pacientes de los seguros médicos. Estados Unidos está viviendo esta problemática en aquellos estados en que han intentado implementar algo parecido a un sistema de "seguridad social mixta". Resultado: las compañías de seguros médicos dictan las condiciones a hospitales, médicos y pacientes, y la calidad de servicio ha caído en picado

Y si a esto le añadimos una escasez inducida de profesionales médicos, acabamos en mi triste situación de dolor de muelas: No encuentro a nadie que me pueda atender -ni pagando- de un día para otro. El profesional de la medicina privada acaba actuando como lo que es, un profesional más: "A tí te atiendo, a tí no; tengo un hueco dentro de 10 días: lo tomas o lo dejas. !ah! y me pagas esto, sin rechistar; y por supuesto sin factura". No tiene competencia y dicta las condiciones. ¿En que se diferencia de un fontanero? En que uno tiene mono y el otro bata

Ante esta situación, uno intentaría volver la vista a la sanidad pública, pero se encuentra con dos problemas insoslayables:
- El problema del abuso de los servicios públicos: Nadie quiere asumir el "coste electoral" de implementar el "euro sanitario". Y el tema de los medicamentos daría para varios posts
- El problema de la financiación. Faltan médicos, pero no hay presupuesto para asumir los costes actuales, mucho menos para ampliarlos; además el control de los profesionales de la sanidad es una potentísima arma de coacción entre gobierno y comunidades autónomas.

¿Soluciones?.
- La primera y fundamental: Eliminar los cupos de estudiantes por comunidades. Que sean las universidades quienes decidan si montar o no facultades de medicina y cuántos alumnos pueden admitir.
- Que se elimine todo tipo de trabas -especialmente lingüisticas- a la movilidad. Que con una titulación debidamente homologada y una adecuada colegiación cualquier profesional pueda ejercer en cualquier sitio. (Por cierto, lo de los colegios profesionales, habría que ponerlo también en cuarentena...)
- Que se acaben de una vez las soluciones intermedias ¿Qué es eso de una sanidad pseudoprivada para funcionarios (Muface)?. Por cierto, la mayor parte de sociedades médicas ven muy mal (eufemismo) a sus asegurados mutualistas
- Que cada contribuyente tenga posibilidad de escoger que sistema sanitario, de pensiones o de paro quiere utilizar, público, privado, seguro médico, lo que sea, y que sea él mismo quien lo gestione, sin que le sea descontado del sueldo automáticamente?. Todos Autónomos. Todos responsables

Si mal que nos pese, los profesionales sanitarios no constituyen sino una profesión más, ya está bien de tonterías: tratémosles como una profesión más.

Algún bienpensante dirá "Estás condenando a los pobres, a los que no tienen medios, a tener únicamente el nivel sanitario que puedan pagar, en algunos casos nulo". Pura demagogia:
- Por el mismo motivo, habría que dar la misma educación, la misma vivienda, el mismo sueldo, el mismo... todos subvencionados, todos igualados. Es la manera más eficaz de quitar alicientes al progreso personal. Aunque claro, para un socialista convencido, la solución del Partido Interior es el ideal ¿o no?
- ¿Acaso tenemos ahora un nivel sanitario digno en todos los casos?
- ¿Es que no hay instituciones médicas que no obtienen financiación de sus pacientes sino de otras fuentes (hospitales universitarios, fundaciones médicas, institutos de investigación, incluso organizaciones caritativas?
- ¿Habría algo que impidiese a una organización privada "ejercer caridad" como forma adicional de ingresos ( subvenciones, publicidad, investigación, etc)?
- Y como en el caso de mi dentista: no siempre pagar más va a garantizar mejor calidad. Es una falacia muy extendida: la mayor parte de las veces no buscamos que nos resuelvan el problema, sino simplemente sentirnos atendidos. El caso del viejete que va todos los días a la consulta es paradigmático.

Tengo una muela picada. Y duele. las bacterias del Estado del bienestar perforan la corona de la sociedad, se hunden, se difunden y se implantan en la raíz, en los pilares básicos del concepto de ciudadanía; y alcanzan el nervio, la opinión pública, el sentir general de lo "que debe ser", desde donde el dolor de las consecuencias de dicha idea irradia toda la boca, todos los servicios, todo gratis, pero costosísimo... todo público. Nado en un mar de Gelocatil, de propaganda gubernamental e ineptitud de la oposición a la espera de la cita con la crisis y el sanguinario odontólogo: la quiebra del estado del bienestar, que entretanto, me sangrará física y económicamente hasta que crea que me ha curardo mi dolor.... hasta la próxima e ineludible visita.

Tengo una muela picada. Y duele

Jonsy quejica

1 comentario:

Carlos Díez dijo...

Enhorabuena, interesante post.

Me parece especialmente brillante la explicación de cómo un sistema mixto acaba teniendo todos los inconvenientes de uno privado y de uno público sin tener las ventajas de cada uno y lo que es peor, cómo se generan inconvenientes nuevos.

Sé que fuerzo algo la comparación, pero yo encuentro paralelismos con la crisis financiera actual. Gigantes hipotecarios como Freddie Mac y Fannie mae no eran privados del todo ni públicos del todo y eso generó unas sinergias muy negativas de corrupción, inseguridad jurídica y dislocación del mercado hipotecario al faltar la responsabilidad de dos de sus actores más importantes, que sabían que podían operar fuera de criterios de mercado porque serían eventualmente rescatados por el gobierno de turno. Asimismo, el odontólogo del ejemplo al no tener competencia, hace en parte lo que le da la gana aunque se supone que el sistema mixto le tiene más controlado.

En fin, es lo de siempre, la falacia de creer que podemos ordenar la sociedad pormenorizadamente desde arriba, con decisiones tomadas por quienes no están en la infinita casuística de las situaciones posibles.

Felicidades por el post.

Saludos.