Allá voy: Trabajo en el sector público. Trabajo para tí.
Tú y yo hemos firmado un contrato
Tú eres mi empresario, yo tu trabajador.
Mi trabajo consiste en ayudarte a que cumplas tus objetivos
Mi trabajo consiste en ayudarte a coordinarte con mis otros empleadores
Soy un privilegiado por poder trabajar para tí.
Me pagas poco, cierto, pero a cambio tampoco me pides mucho.
Tal vez porque nunca te acuerdas de que me estás pagando
Quizás no eres consciente de todo el poder que tienes sobre mí, ni conoces todas las vías para tenerme bajo control.
Somos muchos trabajando para tí. A lo mejor te sientes abrumado y asustado.
Ni siquiera conoces las obligaciones que tenemos contigo, y claro está, muchos de nosotros nos aprovechamos de tu ignorancia...
Pierde el miedo. Al fin y al cabo, dado que tú nos has contratado, tú tienes el poder y los medios para despedirnos si no cumplimos contigo
Tuve la suerte de poder elegir y encontrar este trabajo. Además me gusta.
Me gusta tanto que me siento en deuda contigo. Por eso dedico parte de mi tiempo libre a devolverte el favor. Tal vez debía haberlo hecho antes, como precio a pagar por haber llegado aquí. Lo siento, el sistema no está hecho así. Pero tú puedes cambiarlo
Me pagas mediante los impuestos.
Es injusto, te están robando, porque no puedes controlar cómo y en qué -aparte de pagarme el sueldo- se gasta tu dinero.
No solo eso: tienes todo el derecho del mundo a cabrearte con un montón de gente que se aprovecha de mi contrato contigo... y que no solo no me paga, sino que te hace pagar un trabajo que no te beneficia
Y sobre todo tienes el derecho a enfadarte conmigo cuando no cumplo, a protestar ante un sistema que pone trabas a que me controles, un sistema que te está robando. Pero no me eches toda la culpa a mí. Al fin y al cabo tú también tienes parte de responsabilidad por haber permitido esta situación. Como dice Victor Manuel: "Soy comunista, no gilipollas", yo -como tú y como todos- tambien busco la mejor tajada
Despierta. Exige tus derechos. Exígeme a mí, pues para eso me pagas, cuando veas que no cumplo contigo
Recuerda: mi jefe no es el político de turno -a quien tú también has contratado-. Mi jefe eres TU
Cuando por fin seas un ciudadano libre y consciente, cuando la administración y la política sean un aliado y no un enemigo, tal vez encontrarás la forma de no tener que pagarme mediante los impuestos. Posiblemente entonces estaré en una empresa de servicios, también trabajando para tí
Porque mi trabajo -conseguir que tú puedas hacer el tuyo- seguirá siendo necesario. Pero tú -y yo- ganaremos más. Y seremos más libres
Recuerdalo siempre: eres mi jefe
Y no me permitas nunca que lo olvide.
Jonsy preparando el paraguas... :-)
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